Historias,
nos contarán historias de honor y deshonor, de amor y desamor,
de celos, de venganzas viejas y nuevas, gastadas y eternas, parte imprescindible
de la esencia del hombre y su existencia.
Es el Festival de Teatro Clásico, sus representaciones del mejor
teatro en las plazas de San Jorge y Las Veletas, la puesta en escena
de pequeñas piezas teatrales en las plazas de San Mateo, Santa
María, el Palacio de Carvajal, el Arco de la Estrella, la Cuesta
de Aldana... invitan a pasear, a acercarse a la noche convertido en
público excepcional del teatro de nuestros mejores dramaturgos,
a pasear y a fijar la mirada en las gárgolas, en los pórticos,
en los escudos que miramos tantas veces sin pararnos, a pasear y detenernos
en busca del refresco o la vianda apetecida en alguno de los mesones
o patios que parecen escondidos entre el laberinto de callejas y plazas
de pétrea semblanza, pasear y sorprendernos con las escenas de
una Celestina irreverente y mordaz en su ambición, o con el romance
de la Casa del Mono con su final de sangre y locura, o el sonido de
una voz que nos guía por un Siglo de Oro, con paso lírico,
entre los ecos de un claustro palaciego. Es el Festival de Teatro Clásico
de Cáceres. Es el tiempo de vivir en otro tiempo y dejarse llevar
por los aromas que la noche recibe de las piedras y las flores. Es el
tiempo de escuchar, entre los versos que declaman los actores, el susurrar
de las estrellas que techan las noches mágicas que rodean a la
noche de San Juan.